Los Poemas Perdidos de Fernando Cachorro Vial. Por: Roger Santiváñez (20 de enero 2015)

Corría el intenso verano limeño de 1985 cuando una tarde de febrero me dirigí a la casa de mis amigos los hermanos Ricardo y Raúl Montañez en el populoso distrito del Rímac. Apenas llegué a su puerta salió Ricardo sorprendiéndome con que había un concierto en Ancón y que debíamos irnos todos juntos para allá.

La movida subterránea había empezado hacía poco –en noviembre del año anterior 1984– con las dos famosas fechas del evento El Rock Subterráneo Ataca Lima, escenificadas en un local junto a La Palizada, sito en la Av. Del Ejército, Miraflores. Y en el que tocó Leusemia, así como Delpueblo y Nieve Negra. Aunque justo es recordar que ya un mes antes –octubre de 1984– Narcosis y Leusemia se presentaron en el Carnaby del mismo distrito, concierto para el cual se imprimió un afiche en el que por vez primera se usó el membrete Rock Subterráneo; pero es después del evento en la Av. Del Ejército que la nueva denominación pegó y se esparció como una fiebre por toda la gran ciudad, convirtiéndose en una movida colectiva y generacional.

Fernando Vial "Cachorro". Fotografía de Claudia Alva

Cuando llegamos a Ancón, cerca del escenario veo a un joven delgado que vestía un ajustado pantalón negro y un impecable polo blanco ostentando la A envuelta en un círculo, símbolo universal de la Anarquía. Tendiéndome la mano me dice: “Yo soy Narcosis”.

Entonces supe que estaba ante el genio creador de aquella increíble banda que –justamente– acababa de escuchar en el tocacintas de mi auto, cuando nos dirigíamos desde el Rímac hasta Ancón. Ricardo Montañez había colocado el cassette demo de Narcosis publicado hacía unos días y todos en el carro –en el que también estaban Leo Escoria y Kilowatt– nos pasamos de vueltas.

Así conocí a Fernando "Cachorro" Vial y empezó una amistad que perdura hasta hoy. Conversando con él me confió que era poeta y que escribía poesía desde tiempo atrás. Eso motivó una aproximación más cercana entre dos apasionados del rock como éramos. Rock & Poesía.

Actualmente la contribución de Narcosis es histórica y todo el mundo aprecia el talento de su creador: Fernando Vial. Por eso, es muy grato para mí ahora presentar una muestra de la obra poética –de su libro Poemas Perdidos– de quien siendo un notable artista del rock es también un poeta en la exacta dimensión de la palabra.

Roger Santiváñez. Enero de 2015. Junto al congelado río Cooper, sur de New Jersey.

Afiche del debut de Narcosis (Fernando "Cachorro" Vial, Jorge "Pelo Parado" Madueño y Alvaro "Gallito" Carrillo) en el Carnaby de Miraflores. Diseño: Leo Escoria

Los Poemas Perdidos de Fernando "Cachorro" Vial

Respirando

Más atrás de la llanura del tiempo
Contemplando
Sobre mi espalda
En un mundo tan extraño
Donde pensé a mi manera
Comienzo a recordar
Todo lo que pasó
La música penetra en mi oído
Nos encontraremos con una copa
En el último bar


El Próximo Extremo

Atravesando la barrera del tiempo
Juntos esta vez
Con golpes y caricias
Juntos vendimos nuestra felicidad
Por un poco de claridad
Tal vez nos veamos con él
En el próximo extremo
Tal vez nos veamos con él
En el próximo tren
Vendimos nuestra felicidad
Por un poco de claridad
Tal vez te vea otro día


No Te Acuerdas De Nada

Sonó el teléfono
Es un sábado
No tienes nada más que hacer
Te pondrás mejor
No tienes nada más que hacer
Ellos sabrán escogerte
Beberás / Fumarás
No tienes nada más que hacer
Te olvidarás de quién eres
Nada más que hacer
Disfrutarás
Y mañana no lo recordarás
El teléfono nunca volvió a sonar


Sueño

Millones de gotas traspasan mi sueño
Un remolino abre mi mente
Diez soportes / agua en el desierto
Una luna y una noche sangrienta en el horizonte
Ruedo / ruedo
Y me alejo más
Miro y cruzo el lago
Mientras la noche se estrella contra la tierra
Se abre el sol
Vitrinas de fantasmas palpitantes
Diez miserables gobernantes
Sus intestinos que arden
En el sueño del casino


40 Grados

Un día he de salir al sol
Exponiendo mi cuerpo a 40 grados
Y tu nombre en el mar
Agitaré mi corazón a la luna
Les cantaré a las aves sueños ajenos
Tan sólo sueños
Y volviendo a llover
Un día más expondré mi corazón
A través de la luna
Exponiendo mi cuerpo a 40 grados


Imagen

La imagen de tu ser ya no me sirve
Los precipicios abiertos
Mirando el amanecer gris del otoño
Miraré tu sueño
Caminando desnudo
El altar ya no me sirve hoy
Y la imagen de tu ser
No me sirvió jamás
Más tarde será mejor
Estaré más lejos aún


Amanecer

Perdido en el amanecer
Corriendo con las olas
Que sumergen mis ojos al mar
Subiremos al otro lado del océano
Una y otra vez
Lloverá en otoño
Y una vez más en verano
Al amanecer
Contra viento y marea
Yo amaneceré
Siempre al amanecer


Salida

Algo suena en mi oído
Y lo comienzo a escuchar
La cabeza se complica
Intento nuevamente
Sigo preguntándome
Tal vez sea esa melodía
Una y otra vez más
Corazón latiendo
Lo intentaré de nuevo
Una y otra vez más


Nuevo

Si el tiempo las horas nos separan
Volveremos a encontrarnos
En la niebla o el amanecer
Si me quedo atrapado
Te esperaré con los diamantes
Mi dirección tal vez sea diferente
Tú no me verás atrapado
La mente tirará de sí
Deteniéndonos en el pasado
Y veremos una vez más


Mi Lucha

Cuando él llegue
Nosotros sabremos luchar
Luchar por una promesa
Una promesa larga y escondida
Cuando el tiempo pase como hoy
La luna brilla más que ayer
Una promesa es una promesa
Tu rostro y el mío

 

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