Proto Punk Peruano: Entre la Chicha y el Rock. Por: Roger Santiváñez (14 de junio 2014)

Esta es una interviu que les hice a los jóvenes músicos [proto punk] de entonces Rodrigo Quijano y Fernando Bryce, ambos de Durazno Sangrando, quienes junto a Octavio Susti y Daniel Brodiano tocaron en el recital-debut del Movimiento Kloaka en el bar La Catedral, el 11 de febrero de 1983. Bryce es actualmente un prestigioso artista plástico y Quijano un reconocido poeta, autor de Una Aproximación A Sarita Colonia Y Otros Poemas (Ed. Kloaka Internacional, Paris 1987) y Una Procesión Entera Va Por Dentro (Ed. Ritual de lo Habitual, Lima 1998).

La conversación, realizada en el restaurante Wony del centro de Lima, incluye así mismo a Edgar Barraza, Kilowatt, hoy en la Gloria, amigo mío de la primera hora rock antes del estallido de la movida subterránea. Su banda Kola Rock, formada por rockeros de Comas y el Rimac, participó en todos los recitales del Movimiento Kloaka durante 1983. Kilowatt es autor de una versión peruana de un tema clásico de Chuck Berry titulado Johnny Huancayo y fue un líder indiscutible del rock subterráneo del Perú desde 1985 en adelante. La entrevista salió publicada en el suplemento dominical del extinto diario El Observador de Lima, la horrible.

Artículo publicado en Revista de la semana #18, diario El Observador, 3 de abril de 1983. Archivo de Jorge Bazo.

Música joven: Entre la chicha y el rock
Por Roger Santiváñez
Revista de la semana #18, diario El Observador, 3 de abril de 1983

Actualmente existen en distintas zonas de Lima grupos de música joven. Son conjuntos cuya música se difunde en los barrios, en las universidades, en reuniones un tanto secretas --pero no porque ellos quieran—sino porque recién empiezan y pese a su calidad moran todavía en ese extraño reino llamado marginalidad, signo de un arte joven, cuestionador, no complaciente. Rodrigo Quijano y Fernando Bryce tocan guitarra y batería respectivamente, en el grupo Durazno Sangrando. Edgar Barraza es cantante y líder de Kola Rock. A pesar de ciertas discrepancias –testimoniadas en el reportaje—los tres jóvenes comparten una experiencia musical urbana, y en ese sentido participan vitalmente en la ola generada por el movimiento Kloaka. Aquí sus opiniones.

¿Cuál es la actitud de ustedes frente al rock?

RQ: Para mí el rock progresivo ya no tiene sentido. Lo último que hubo de rock en Europa, estuvo copado por el efectismo. Respecto al Perú y a nuestra realidad es una música ajena, importada. No tiene que ver con lo que se vive aquí. Repetir --como hacen todos los grupos—un sonido importado significa que no hay auténtica creación. Ahora, creo que musicalmente el rock siempre será una fuente.

¿Y el punk?

RQ: Es interesante el movimiento punk ingles de los años 77-80. Es interesante por el tipo de gente que hizo el punk: hijos de obreros, capas explotadas, lumpen. Eran políticamente espontáneos y radicales. La burguesía los detestaba. En sus canciones se burlaban e insultaban directamente al Estado y a la Reina. Por eso es ridículo que algunos burguesitos en Lima se disfracen o hagan una moda con lo que allá era odiado por la burguesía. Hasta ese punto revelan su colonización mental. Yo rescataría musicalmente la actitud de choque y el ritmo directo del punk. Pero punk por sí mismo aquí no tiene sentido.
FB: Yo creo que en el rock hippie de los 60-70s hubo mucho espiritualismo. La violencia fue limitada. En cambio el punk no era intellectual, sino espontáneo. Surgió como una respuesta a una situación de crisis.
EB: Yo sí reinvindico el rock. Planteo rescatar la esencia del rock. O sea, los grupos nacionales están en la calle. Fuera del buen nivel musical no hay nada que refleje la vida, la calle, esta realidad cruda. Me gusta el punk por su ritmo duro, violento; tan duro como lo que vivo todos los días en mi casa, en el barrio. Necesitamos una música que identifique lo que vivimos.
RQ: Para mí la chicha es la música popular más auténtica. Es la semilla de lo nuevo, de lo futuro. El elemento tropical y el andino se ensamblan en una creación distinta, original que capta el sentimiento de la mayoría de la población de Lima. El rock tiene un alcance más limitado: la clase media, la pequeña burguesía. Mucha más gente va a ver a Chacalón que a Frágil. Es muy importante que a la burguesía y a la pequeña-burguesía les repugne la chicha. Para mí eso es clave. La chicha es la música de la gente que va a hacer la Revolución.
EB: Con mi conjunto --Kola Rock—he visto en sucesivos conciertos en Comas, cómo la gente se identifica con el sonido del rock. Y sé que la mayoría de ellos comenzó escuchando chicha. Hay un sentimiento de rebeldía que está oculto, eso es lo importante. A la gente lo que no le gusta es que sea en inglés. Si el rock es en castellano a la gente le cae muy bien. Por eso nosotros, desde hace años, venimos exigiendo cantar en castellano, en nuestro idioma y así llegar.
FB: A nosotros nos gusta el rock, pero ahora lo que queremos es trabajar la chicha. Lo que queremos es conservar el ritmo marcado --de la chicha, del rock, del punk—sin manierismo (que es lo que aburre del rock progresivo) llegar a la gente de frente.
EB: Yo no siento la chicha. Es cuestión de vivencias. A mí lo que me conmueve es el rock. Yo quiero que la gente baile, que se bacile y que tome conciencia.

¿Y qué piensan de Los Jaivas?

Aquí los tres respondieron al unísono: No son nada nuevo.

¿A qué grupos anteriores reconocen?

Edgar Barraza dijo un nombre: Los York. Rodrigo Quijano y Fernando Bryce, silencio absoluto.

Y políticamente ¿cómo se sitúan?

RQ y FB: Revolución socialista.
EB: El rock siempre ha sido rebelde por su increíble fuerza.

¿Y de la historia del rock?

RQ: El rock es la música de los negros en Estados Unidos, blanqueada, para que fuera aceptada. Bill Halley era un cagón. Elvis es un Julio Iglesias. Los Beatles son los niños bonitos. Me simpatizan más Los Rolling Stones.

¿Qué actitud tienen ustedes frente a Kloaka?

FB y EB: Nos sentimos identificados con Kloaka. Nada nos separa. Estamos en la misma lucha. Creemos en un arte nuevo y en la liberación.
RQ: Yo estoy con Kloaka porque Kloaka es chicha. Es lo más avanzado y responde a una situación como la que se vive hoy en el Perú.

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