Sociedad de Mierda / Excomulgados / Venganza CD (Street Records/IR) Por: Ricardo Iván Paredes (30 de marzo 2021)
In memoriam de Luchito Córdova y de Saúl “Omiso” Cabrera.
Entre el
verano de 1985 y el invierno de 1987, Lima (Perú) fue el epicentro del Rock
Subterráneo, un movimiento contracultural heterogéneo e influenciado por el
punk y el hardcore, aunque con características propias en cuando a su propuesta
discursiva, estética y sonora, adaptada a la complejísima realidad
socio-política de un país del tercer mundo con una guerra interna.
Sin duda,
uno de los sectores más activos de este fenómeno fue el autodenominado
Anarcomestizos, Antitucos o ManchaAzul, cuyo núcleo duro estaba formado por
tres bandas hermanadas y que procedían de barrios populares: SOCIEDAD DE
MIERDA (S DE M), EXCOMULGADOS y VENGANZA.
Para
entender este fenómeno, es necesario ubicarnos en el contexto histórico: el
orden mundial bipolar de la guerra fría (Estados Unidos-Unión Soviética), los
años previos a la Caída del Muro de Berlín, la guerra civil en El Salvador, el
auge del narcoterrorismo en Colombia, la entrada de España en la Unión Europea,
el terremoto de México DF y el desastre nuclear de Chernóbil (Ucrania).
Y en el
Perú, Fernando Belaúnde vive sus últimos meses como jefe de Estado, luego
dejará el cargo a un joven Alan García (durante su mandato -1985-1990- el país
padeció un terremoto económico que generó una hiperinflación, una emigración
masiva y la multiplicación de los casos de corrupción, mientras la violencia
política dejaba miles de muertos, sobre todo en los Andes y en el Alto
Huallaga).
En esta
coyuntura, surge el Rock Subterráneo como una respuesta crítica (de un sector
juvenil) frente a la situación por la que atravesaba el Perú. Cuestionaba
directamente -y sin complejos- al modelo económico y al sistema de valores de
las clases dominantes. A partir de la segunda década del siglo XXI, diversos
autores han investigado el fenómeno: Carlos Torres Rotondo (Se acabo el Show),
Shane Greene (Pank y revolución: 7 interpretaciones de la realidad subterránea)
y Fabiola Bazo (Desborde Subterráneo).
Incluso
escritores como Julio Durán (Incendiar la ciudad, 2002), Martín Roldan
(Generación cochebomba, 2007) y Daniel F. (Los sumergidos pasos del amor, 2007)
centraron su narrativa en el fenómeno.
Volviendo al
tema... ¿Y cuáles eran los elementos que caracterizaban a estas tres bandas
hermanadas?
SOCIEDAD DE MIERDA (S DE M)
“Éramos chicos con sentido de pertenencia a la clase trabajadora, que
reivindicábamos lo cholo y la migración andina. Nada más saludable que asumir
(constructivamente) nuestra condición, en un país tóxico, hipócrita y
destructivo”, declaraba Riqi Antituco al fanzine KTZ (2017) con motivo del
lanzamiento del disco en vinilo de la banda después de 30 años de su separación
(Svb Discos, Nueva York, 2017) . Los S
de M eran los primeros rockeros de América Latina en reivindicar
abiertamente, en los conciertos, su naturaleza proletaria y sus raíces
indígenas.
La revista
Quehacer decía de ellos (edición de marzo-junio 2020): “Los asistentes a los
conciertos de la época recuerdan sus brutales acordes de guitarra con el
distorsionador al máximo volumen (El Wili), el bajo afilado que elevaba el
ritmo cardiaco del propio hardcore-punk (Pedro Tóxico), la primitivísima
percusión que contactaba directamente con el espíritu iracundo de la tribu
ancestral (Riqi Antituco. Es decir, Antipituco); todo ello, sincronizado con
fragmentos corales ensordecedores y un cantante-gritante (Saúl “Omiso”┼), quien
se dejaba el alma mestiza cada vez que subía al escenario, como un rapsoda
subte y ruidoso de la protesta social”.
A su vez,
Julián Hernández, líder de Siniestro Total (uno de los mitos del pop español),
al ser entrevistado por la revista barcelonesa Pliego Suelto afirmaba: “En
nuestra primera gira americana (1997), ya conocíamos a Sociedad de Mierda, a
los que habíamos escuchado en un especial sobre el punk peruano en Radio 3
(Disiden-3 de José Miguel López, 1986). ¡Joder, tío! ¡Qué fuertes, qué
salvajes, qué brutales! ¡Nos sorprendieron to-tal-men-te!”
Los S de M
tenían el atrevimiento-descaro-y-osadía de formar un grupo, pese a no saber
tocar (ni cantar). Era un ruido ensordecedor inclasificable, crudísimo y
extremo (incluso existen especialistas en noise y grindcore que lanzan la
hipótesis de que Sociedad de Mierda podría ser una banda precursora de dichos
subgéneros. (El debate está servido).
EXCOMULGADOS
Durante su adolescencia, Riqi (voz), tenía la ilusión de formar una banda
preferentemente con chicos de su escuela (G.U.E Melitón Carvajal), al proyecto
lo llamó EXCOMULGADOS como tributo a los ensayos anticlericales del
librepensador Manuel González Prada. Tras innumerables intentos logró reclutar
a sus cómplices, aunque no todos eran de su colegio: Qiqe (bajo), Támira
Bassallo (guitarrista y una de las primeras chicas en militar en un conjunto
subte) y Hoover (batería).
Debido al
carácter imprevisible de la Movida Subte, la banda cambiaba de integrantes con
frecuencia y solía estar en reconstrucción. EXCOMULGADOS fue el primer grupo de
Mario Tifoidea (quien en los años 90 armaría en España dos íconos de la
vanguardia electrónica internacional: Silvania y Ciëlo). También pasaron por la
banda: Henri Hiroshima (guitarra) y Carlitos el de Comas (batería).
A pesar de
no tener continuidad y dejar la sensación de ser un proyecto inconcluso, la
banda apareció en la célebre maqueta Volumen 2 del Rock Subterráneo de 1985 (la
de los 13 grupos) y grabó un split junto a Eutanasia (1986). Detrás de un
sonido áspero y opaco había una intención de retratar Lima (“De Comas a
Villa El Salvador”) y mostrar un abanico de preocupaciones sobre problemas
sociales concretos: el desempleo (“No insista, no hay vacantes”, hilo
conductor de un capítulo de la novela Generación cochebomba, de Martín Roldán);
el sistema educativo (“Caos en la escuela”); la manipulación de los
medios de comunicación (“Tele-Vicio”).
Asimismo,
denunciaba el machismo y la represión a la mujer (“Tu adolescencia se pudre
entre 4 paredes” y otras canciones que tocaron en directo y que hasta hoy
permanecen inéditas, entre ellos un poema de Sonia Luz Carrillo con sonido
punk, donde se habla de “la esposa ideal” en el Perú).
VENGANZA
Era una banda formada en 1988 por Pedro Tóxico (bajo), Riqi (voz), Widmer
Midriasis (batería), en tanto que Luchito Córdova (┼) y Papo Insurgente,
alternaban en guitarra. El grupo planteaba una evolución musical y una temática
menos socio-política que S de M, y que apuntaba más a la crónica suburbana (“Barrio
mil calles”, “Suicidio en Zárate”), a la exploración de la filosofía
realista de la calle (“Asume tu condición”, “Autocrítica” y “Mentes
reaccionarias”) y a lo testimonial-poético (“Ellos también son seres
humanos” y “Eso que llaman odio”). Llamaban a su propuesta: Járcor
Barrio.
La
agrupación logró consolidar un sonido hardcore más prototípico y tenía una
vocación autocrítica y desmitificadora del propio punk y su deriva
autodestructiva, violenta y machista. También planteaba una crítica frontal
hacia las drogas (“La pasta y las pepas”) y contra la religión (“El
padre nuestro” e “Iglesia: mafia sagrada”). Consideraban que eran
elementos de narcotización de masas y de esclavitud mental, que utilizan las
élites dominantes para perpetuarse en el poder.
A través de
la coordinadora intergrupal ManchaAzul, VENGANZA junto a las otras bandas,
realizó activismo contracultural en Villa El Salvador, donde organizó
conciertos, conversatorios y editó fanzines, a pesar del clima de violencia
política y represión militar. A mediados de 1988, Pete The Beat (DJ inglés
afincado en Lima) entrevistó a la banda en su programa Videomusica, que se
difundía por Unitel Canal 27- UHF.
Además, el
grupo participó en el compilatorio internacional Rock subterráneo contra el
quinto centenario (Ateneo Libertario de Zaragoza), producido por el promotor
Santi Ric, en 1991 (entre los participantes estaban bandas de culto
latinoamericanas: Los Violadores, Desorden Público y Todos Tus Muertos).
De cara al
2021, en el disco compilatorio, a excepción de “Barrio mil calles”,
todas las canciones de VENGANZA son inéditas. Se hace justicia poética con una
banda que permaneció más de 30 años en el olvido y hoy vuelve a escucharse en
las mismas calles donde nació su épica propuesta.
Marzo 2021
En resumen, el trabajo de Street Records e Impulso Ruín (con el arte grafico de
Álvaro Portales) rescata la discografía de estas tres bandas hermanadas por una
filosofía callejera-testimonial-crítica y por un ruido desgarrador y
minimalista, plasmado por chicos indígenas y mestizos del tercer mundo de
finales de los años 80.
![]() |
Portada del CD editado por Impulso Ruin y Street Records, con las bandas Sociedad de Mierda, Excomulgados y Venganza. |
Además, de
visibilizar el trabajo (discursivo, estético y sonoro del tridente), el
contenido de esta producción implica un choque con la realidad por su asombrosa
vigencia; al mismo tiempo, el compilatorio plantea una reflexión y un debate en
torno a los grandes problemas sociales de la historia de América Latina.
Enlaces relacionados
https://elradarcultural.com/sdm-excomulgados-y-venganza-35-anos-de-punk-visceral/
https://killthezinefanzine.wordpress.com/2017/12/08/entrevista-a-s-d-m-sociedad-de-mierda/
http://revistaquehacer.pe/n5#la-banda-mas-radical-sobre-la-faz-de-la-tierra
http://www.pliegosuelto.com/?p=17240
http://antenahorrisona.blogspot.com/2013/11/split-eutanasia-excomulgados-1986.html
NOTA DEL WEBZINE:
Hoy, los sellos discográficos Street Records e Impulso Ruin pusieron a la venta
el CD de estas tres bandas representativas de lo que fue la movida subte limeña
entre 1985 y 1989: Sociedad de Mierda / Excomulgados / Venganza
El CD contiene
la grabación del split tape de Excomulgados y Eutanasia editado en 1986, así
como material inédito de SDM y Venganza y mucha información, con fotos y
artículos, en un fanzine de 40 páginas y además con un póster de regalo.
El magnífico
diseño y concepto gráfico estuvo a cargo de Álvaro Portales. Edición limitada. Precio 30 soles.
Comentarios
Publicar un comentario