1984: Leusemia en El Rock Subterráneo Ataca Lima. Por: Roger Santiváñez (3 de diciembre 2013)
Este es el primer artículo que publicó un medio limeño sobre el rock subterráneo. Mi nota salió en la revista OIGA el 3 de diciembre de 1984, a propósito del concierto Rock Subterráneo Ataca Lima realizado el sábado 17 de noviembre de ese año.
Lo histórico es que a partir de la frase Rock Subterráneo, que Leo Escoria, autor del afiche, le puso al poster de propaganda, fue que se empezó a hablar de rock subterráneo. La frase pegó y se propagó hasta quedar para siempre. Este fue uno de los primeros conciertos de la movida y me parece que fue el primero que incluye a Raúl Montañez en Leusemia, ya que antes eran solo Daniel F, Leo Escoria y Kimba Vilis. Montañez se integra a Leusemia después del concierto de la concha acústica del parque Salazar (ahora el centro comercial Larcomar) de Miraflores que fue en mayo del 84. Hace casi 30 años de una movida que empezó como una solitaria ruptura y hoy en día es una de las vertientes mas vitales del rock latinoamericano.
Rock & Poesía
Roger
El Rock Subterráneo Ataca Lima: Leuzemia Y El Punk-Rock
Revista Oiga, 3 de diciembre de 1984
El rock ha vuelto a colocarse en un primer plano en la ciudad con a formación del grupo “Leuzemia”. Este conjunto integrado por jóvenes músicos cultiva el punk-rock.
Cuando ya nadie podía esperar nada del Centro de Lima, o quizá porque sólo el Cercado podía hacer surgir un alma encadenada al rock como la de Daniel F. El Desechable, es que el sonido del grupo Leuzemia ha conquistado el corazón de una buena parte de la juventud y sobre todo de la adolescentud –si se nos permite decir.
Ya en 1978 Daniel F. le daba a la guitarra con su extraño hermano Guillermo Vilis (batería) y ya en ese instante eran Leuzemia. Pero hubo que esperar la llegada casual de Leo Scorioza [Escoria], solitario chiquillo punkero de Lima, (bajo) quien con Raúl Montañez (primera guitarra) conforman lo que hoy es el conjunto.
Hacían pintas sobre los muros de la ciudad, tocaban en conciertos clandestinos donde había que pelearse para subir a un escenario copado por la bulla pop. De pronto salen a la luz de los potentes reflectores en la Concha Acústica del Parque Salazar de Miraflores y el hechizo se produce instantáneamente: Leuzemia es un río o es una fiebre, nadie puede sustraerse de ese ritmo jamás igualado por ningún otro grupo de rock en el Perú, el carisma que se desata ante el fraseo agresivo e insultante de Daniel F. y un ramo de flores para Leo Scorzia [Escoria] que nos expresa claramente el sentido musical de la experiencia llamada Leuzemia. De allí que en reciente entrevista Daniel F. afirme “No me interesa la política para nada”. Ellos son músicos y lo que quieren es ser los cantores rockeros de un mundo, que si los llamados adultos no aciertan a comprender, qué fuego pueden ver los chicos de 15 ó 18 años.
Al escuchar a Leuzemia es lícito preguntarse cómo han logrado alcanzar tal velocidad en el nivel rítmico para la interpretación clásica (guitarra eléctrica y batería) del rockanrol.
Sus fanáticos los siguen hasta el fin del mundo. Algunos dirán que el sonido de Leuzemia carece de nitidez, pero nadie podrá negar el impacto gestual y la emoción colectiva que genera el conjunto cuando sube al escenario.
El Concierto
El sábado 17 se corrió la voz desde tempranas horas de la mañana. Esta noche toca Leuzemia en La Taberna, al costado de La Palizada. Llegamos en el momento en que Alfredo Rossell de Ave Rock (organizadores del Concierto de Música Subterránea) discutía con un policía –problemas de permiso y esas cosas–mientras el grupo Narcosis interpreta “Sucio Policía”. Visto que todo está en regla, el rock continúa, esta vez es Nieve Negra rompiendo el aire. Luego saldrán los intelectuales del rock: La Ciencia Crack, perfectamente olvidables: Eso no es rockanrol.
El ambiente se caldea, el público pide a gritos la aparición de Leuzemia. Por fin Daniel F. y Scorioza [Escoria] afinan ánimos y la voz cantante del grupo dice al micrófono: “Porque nosotros no somos la Nueva Música”, ovación, energía contagian, arranca la batería de Vilis mandando el ritmo “fascistas de camisa negra por la calle Mussolini” [léase “Fascistas en el billar de la Avenida Mussolini”]. “La gente dice que somos anarquistas, comunistas, fascistas, nada, nosotros somos la Nueva Música” –afirma contundente, seguro, implacable con su público Daniel F. cuyo gorrito le da un aire de delgada coherencia.
¿Cuál es el futuro de Leuzemia? Ellos lo dicen: “Esto recién está empezando”. Ojalá pueda La Taberna convertirse en el centro del nuevo rock peruano. Ha llegado la hora de “Oirás mi voz”, bella canción de estos poetas suburbanos para quienes ha de haber un lugar en el paraíso de la música.
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