María T-ta Pionera del Rock Feminista Peruano. Por: Sebastián Corzo (28 de agosto 2014)

Esta es una historia de rock, una historia de rock peruana donde lo underground pasa a ser subterráneo, de cloaca, y donde María T-ta, quién no era una teta asustada, le escupía al público letras criticando su sociedad de mierda. Esta es la historia de una rockera que actuaba sus canciones en el escenario, no tenía una hermosa voz, pero su personalidad en las tablas se comía vivo a cualquiera. Ella fue María T-ta.

¿Si existe una María Conchita, porque no una María T-ta?

Le dijo María T-ta sorprendida a Iván Zurriburri, su guitarrista, justo antes de iniciarse en la escena del rock subterráneo, y justo antes de cambiar ese estilo tan bohemio de una típica estudiante de artes plásticas de bellas artes, al de una rockera que no tenía talento para el canto, pero que revolucionó la escena musical de aquel entonces por su forma tan peculiar de actuar las canciones en el escenario. María T-ta tuvo el mismo efecto de una patada en los huevos cuando entró en la escena subterránea limeña dominada por hombres, en su mayoría. De pequeña estatura, menudita, tenía el cabello pintado de colores, cual payaso, y hasta para el pelo era radical: el tinte había cubierto su castaño y ondulado natural. María T-ta había surgido de la cloaca para decirles a todos que las chicas podían rockear en un escenario.

Ella lo había hecho.

Foto: Alejandro Balaguer, Revista Caretas 1987

Vivía en Lince cuando estalló el cambio. Patricia Roncal, su nombre verdadero, ya no existiría más. Ahora se llamaba María T-ta. Su madre ni la apoyó ni la rechazó, simplemente pensó, como toda madre piensa, que era una locura más de su hija. Tres meses antes de comenzar con sus letras tan realistas y sociales, llenas de humor sarcástico, asistió a un concierto de rock. 1985 era el año, meses finales. Unos amigos la llevaron y le presentaron a Iván Zurriburri, guitarrista de la escena subte. Iván, por aquel entonces, tocaba en bandas como Flema y Delirios Krónicos. Bandas que escribían letras antisistema, contestatarias, mierda contra el estado. Fue él, quien tres meses antes, le dijo a Patty que lo llamara, le apuntó su número de teléfono y esperó paciente. Tres meses después, volvió de un viaje a Chile, llamó a Iván y le explicó lo que tenía en mente, había dibujado historias que pasarían a ser canciones épicas. Patty quien ya para ese entonces era María T-ta, solo atinó a pedirle la música. De las letras ella se encargaría.

Quedaron en verse seguido, la azotea de María T-ta, en su antigua casa, en una quinta algo vieja en Lince, por el colegio Parroquial Santa Rosa frente al parque Mariscal Castilla, se convirtió en su sala de ensayos, de creación musical y, también, en una cloaca subte más. No grabaron nada oficial, pero el dúo, siempre improvisaba las grabaciones. Cassette a la mano, cámara filmadora por otro lado, grabadora de audio cerca, y a rodar. El Empujón Brutal fue su banda. María T-ta y El Empujón Brutal, se hacían llamar. Eran algo así como Joan Jett And The Blackhearts pero peruchos y en vez de tocar Hard Rock, ellos tocaban Chongo Rock. No había definición para este género. Iván lo define como un estilo sin estilo donde la chacota era recontra visible en el escenario. Y así comenzó todo. Banda, nombre poderoso, letras que hablaban de una sociedad de mierda y, sobre todo, machista, una cantante loquísima y directa, un guitarrista con sangre de rockero en las venas, ninguno de los dos estudiaron música, pero poco o nada importó. El tiempo había pasado, eran comienzos del 1986.

Discografía de Empujón Brutal. Foto: Iván Santos Paredes

La habilidad para dibujar y graficar, en general, nunca la dejó. María T-ta nunca escribió textualmente sus canciones, ella las dibujaba. Creaba pequeñas historias en base a las canciones, pero con forma de comics muy bien narrados. Planos, encuadres, ángulos, todo eso, lo graficaba con solo un lápiz de grafito número dos. Extraordinarios dibujos que bien podrían ser el storyboard de un corto muy hilarante y exagerado. Eso también llegó a ser parte del Chongo Rock. Siempre llevaba a la mano una libretita y un lápiz. Cuando una idea fugaz abordaba su mente, se le podía ver con el lápiz en una mano y el cuaderno en blanco apoyado en sus rodillas. Iván recuerda que siempre la veía dibujar, siempre llevaba su cuaderno porque era algo que la complementaba. Sus comics aun los conserva, tanto él como muchos de sus amigos de esa época de guerrillas, terrorismo y cochebombas en el Perú.

Extracto del fanzine Punto de Placer editado por María T-ta

Un día esperaba a una amiga suya, por la fábrica de D´Onofrio, en la Avenida Venezuela como quien se va para San Miguel y Pueblo Libre. Ahí, sentada en la vereda, mientras esperaba en la puerta del condominio donde vivía su amiga, se puso a dibujar. Ella siempre dibujaba su nombre, como su marca personal o quizás como un logo llamativo. MARÍA T-TA, las letras A eran como las de anarquía, y la I, la dibujó como una dinamita, un cartucho que recordaba a la tan jocosa marca ACME de las caricaturas, y encima, como si fuese el punto de la I, una chispita encendida. Unos tombos que pasaban por aquella fábrica de helados, la vieron de reojo y vieron también sus dibujos. Ella llevaba su ropa de siempre, botas negras, pantalones ajustados y una casaca oscura de cuero; su pelo estaba pintado, para colmo de la época, de un rojo incandescente, en la copa de la cabeza, y de un amarillo, que no llegó a ser rubio, en la parte media del cabello. Las puntas evidenciaban su castaño natural. Rojo, amarillo y ropa estrafalaria. Terrorista pensaron los policías, Emerretista, pensaron de nuevo. Vieron sus dibujos y su nombre les sonó más a MRTA (Movimiento Revolucionario Tupac Amaru) que a María Teta, resultado: unos días encerrada en la DINCOTE. Se la llevaron a la comisaria bajo cargo de terrorista. Ella después de salir, y en una entrevista tiempo después, contó lo que le pasó, lo que sucedió, pero no traumada, su voz era serena y hasta parecía reírse: le dijeron puta, le pegaron, la ahogaron en un inodoro y lo contaba con mucha naturalidad. Estaba claro ella era una chica ruda del rock subte.

Iván contó que cuando la conoció, era una chica hippie, peace and love, con vestidos holgadísimos y largos, llevaba sandalias puestas, casi siempre, y los pelos largos y ondeantes de color castaño. La estética rockera y de mataperradas en el escenario, vinieron después. Se Necesita Muchucha, La Pituchafa y La Desbarrancada fueron algunas de sus canciones, canciones que criticaban mucho a la sociedad y a las personas del entorno limeño de cualquier distrito. Se Necesita Muchucha contaba la historia de una empleada doméstica de origen provinciano que trabajaba en casa de ricos en Las Casuarinas donde el señorito de la casa se la tiraba en el cuarto de servicio. En el escenario, la T-ta se vestía con un mandil de empleada doméstica y con polleras, para ironizar la letra. El chongo rock había comenzado. Muy pocos bajistas y bateristas pudieron llevar el ritmo y la onda de María T-ta. Muchos fueron los que pasaron por Empujón Brutal. Pero solo Iván Zurriburri se mantuvo hasta que se terminaría todo.

María T-ta por su estilo tan controversial chocó con muchos subtes, punkekes y fanáticos de la época. Primero, era mujer y en ese entorno machista, dominado por hombres, que una chica con actitud tenga los cojones para plantársele a otras bandas, era ofensivo. Segundo sus letras, muchas veces, ofendían al público. A ella le llegaba a la punta de la teta. La actitud era lo primordial. María T-ta y Liliana Rojas (Lili Kroni, cantante de Delirios Krónicos), eran las únicas mujeres subtes de la época. Pero Lili no podía superar histrionicamente a María T-ta en los conciertos.

Marcó una época muy grandiosa en ese pequeño lapso de tiempo, de menos de dos años. Una mujer había salido airosa de broncas, arrestos policiales y, sobre todo, machismo. Muchas personas que apoyaban su chacota y sus letras, la vieron como un símbolo feminista en aquel año de 1986 y 1987. Tanto fue la revuelta de sus performance que la llevaron a tocar al festival del día de la mujer. Festival anual que se realizaba en la cara de miles de personas en La Concha Acústica, en el Campo de Marte de Jesús María. María T-ta había llegado, junto a su Empujón Brutal y sus letras polémicas y satíricas, a compartir escenario con Lucila Campos, Cecilia Barraza, Susana Baca y muchas otras más cantantes mujeres referentes del género femenino. Se le consideró un referente, pero del rock feminista. Hubo cierta química con el público, recuerda Iván. Recuerda también la amistad que se formó con las demás cantantes que se presentaron ese año.

Muchas disqueras le pusieron los ojos encima a María T-ta y su banda, Empujón Brutal. Había pegado en el público su dominio del escenario, un dominio de escena tan increíble para la época, tan diferenciado del típico cantante parado en un mismo sitio y pegado al micrófono, que sacaba de onda a los asistentes de los conciertos precarios en esa década ochentera. Se llenó de amigos, conocidos y aduladores que se decían seguidores, gente poderosa de ese entonces, empresarios y famosos, la invitaban a ella y a su Empujón Brutal a tocar en fiestas privadas llena de excesos: drogas, alcohol y rock and roll como dice el dicho. Live Fast, Die Young como dice una canción de Suicidal Tendencies, los excesos inundaron el mundo de María T-ta, ya no era la misma de antes. En 1987, Iván enfermó de gravedad y tuvo que dejar la escena, dejó la música por un largo tiempo y María T-ta poco a poco se apagaba. Las drogas, el alcohol y el estilo de vida trajinado de una rockera, la bajarían de su nube en tan solo dos años. Pasaron meses, Iván se recuperó, María T-ta había recibido una jugosa propuesta de Miami para grabar un concierto. La aceptó, pero Iván y Empujón Brutal se negaron. A la T-ta poco o nada le importó, era una excelente oportunidad de, por fin, grabar algo oficial. Lo hizo, fue un fiasco. Años después Iván se enteró que había viajado a Alemania. No dijo nada a nadie, solo se fue, sin despedirse. María T-ta volvía a ser Patty Roncal. La cantante subte había salido de la cloaca.

Patricia Roncal, María Teta[/caption]

Empujón Brutal en El Grito Subterráneo (empieza en 1:18)

Escucha el homenaje que le dieron a María T-ta en el programa de radio Kuntur Rock el 25 de agosto del 2014 aquí.

http://m.ivoox.com/homenaje-del-kuntur-rock-a-maria-teta-audios-mp3_rf_3428920_1.html

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